Playa Norte

Es una playa de basta extensión y muy hermosa. El color azul del mar es impresionante. Las playas del distrito 4 dan a lo que antes era el golfo de México, y que era considerado como parte del Caribe. El mar tiene una temperatura agradable y se puede ver muy bien a través de él. La arena es fina y de color claro.

La playa Norte es una de las más populares.

Llega a la playa donde tendrá lugar la Hoguera este año y busco entre la multitud a mis amigos. Varios chicos están cargando troncos y algunas chicas están arreglando los últimos detalles, pero no encuentro a Devian por ninguna parte. Todavía no debe de haber llegado, me digo. Comienzo a caminar entre las personas que hay allí y descubro que el que sí está allí es Alexander, ayudando a otro chico. Me acerco a ellos y sonrío.
- Hola - saludo, fingiendo alegría por el evento cuando en realidad aborrezco completamente la idea - ¿Qué tal? ¿Necesitan que ayude con algo? - pregunto. Espero su respuesta mientras pienso en lo que nos espera el mes próximo. La temible, o gloriosa para algunos, cosecha está muy cerca y puedo sentir como el miedo crece en mí. ¿Qué pasará si salgo elegida? ¿Y si Devian lo hace? ¿O Alexander? No estaba segura de poder soportarlo. Una vez más un sentimiento de odio hacia el Capitolio me inunda, pero lo reprimo porque sé que no es bueno. Vuelvo a la realidad para poder prestar atención a mis acompañantes, que no han notado nada de lo que he estado pensando pues todas esas ideas no tardaron más de dos segundos en cruzar mi mente, y tuve el suficiente cuidado como para que mi cara no demostrará ninguna emoción en especial.

Le sonrío a Alexander por lo que me dice - Bueno, y... ¿has visto a Dev? No la encuentro por ninguna parte y ya debería estar aquí - comento. Antes de que pueda responderme, aparece mi amiga. La abrazo mientras esbozo una sonrisa - ¡Hola! - la saludo, contenta - Ya estaba por ir a buscarte a tu casa... - le digo, y suelto una carcajada.
Veo que se pone rara cuando mira a Alexander y me pregunto qué estará pasando. La interrogo con la mirada, pero aun así me prometo a mí misma que le pediré una explicación apenas estemos a solas.
- Sí, supongo que sí. ¿No, Dev? - respondo a mi amigo - No hay problema, ve tranquilo y nos encontramos luego - me despido, pero al parecer Alex tiene un par de cosas más que decirnos. Me golpeo la frente con la palma al acordarme de que él tiene razón - ¡Es cierto! Vámonos ya que si no no llegamos, ¿eh? - exclamo, tomando la mano de mi mejor amiga y tirando de ella. Saludo a Alexander con la mano y le dedico una última sonrisa de agradecimiento por el halago que me hace - ¡Gracias! ¡Lo tendré en cuenta para la próxima! - grito por sobre mi hombro.
Una vez que me quedo sola con Devian, la miro a los ojos inquisitivamente y arqueo las cejas - ¿Qué te pasa? ¿Por qué te pusiste así antes? - quise saber, casi exigiéndole pero de forma amable que me contara todo.

- Dev, sabes que puedes contármelo - le digo, impaciente por saber qué le ha ocurrido, y ruego por que no sea nada malo. Aprieto los labios al enterarme pero no comento nada, y unos segundos más tarde me esfuerzo por sonreír - Ah, eso... - suspiro - ¿Y amerita que estés así con Alex cuando está tan cerca la cosecha? - pregunto, intentando hacerla entrar en razón. Aunque es imposible que Alexander me registre con Devian en el medio, no soy tan egoísta ni de lejos como para dejar que mi amiga cometa un error así. Además, si a él le gusta ella no hay nada que hacerle, tan solo dejar que las cosas tomen el rumbo que deben.
- Bueno... - mascullo mientras intento pensar un tema de conversación para pensar en otra cosa - ¿Tú crees que deberíamos decir algunas palabras cuando encendamos la Hoguera? - pregunto con pesar, pues no quiero hacerlo. Si bien no me molesta que la gente me mire, no suelo ser la mejor para hablar con personas totalmente desconocidas para mí, y sé que a Devian no le gusta tener que estar en público, lo cual nos deja en una situación no muy buena. De todas formas pienso que seguramente podemos arreglárnoslas de alguna manera para que ninguna pase un momento incómodo, así que aguardo la respuesta de mi amiga expectante.

Después de haber salido de casa, me dirigí a la playa en busca de Vivian y Dev. No las vi por ninguna parte. ¿Por qué demonios tiene que haber tanta gente?. Sigo buscando, y cuando creo ver la cabellera rubia de Will, me doy cuenta de que es Jonathan. -Argh, vaya, eres tú-le digo con desdén. -Mira Alexander, no quiero problemas, así que será mejor que te vayas, o tu novia y tu amiga lo pagarán caro esta noche-me amenaza. Le fulmino con la mirada, y le agarro por el cuello. -No te atrevas a tocarlas, o lo lamentarás... La gente que pasaba por nuestro lado se había parado, y nos estaba observando. Sabía que como me pillaran, mi madre me iba a echar una buena por pelearme otra vez. No es que fuera buscando pelea, pero con Jonathan no podía evitarlo. No desde que les hizo eso a Vi y a Dev cuando eran pequeñas, pensaba constantemente cada vez que le veía. Me pegó un empujón, e hizo un ademán de pegarme un puñetazo, pero conseguí pararlo a tiempo; el entrenamiento de defensa del padre de Devian estaba surtiendo efecto. Le pegué una bofetada fuerte, pero sin pasarme. Perdió un poco el equilibrio, e iba a pegarme, cuando de repente, una mata de pelo oscuro me tiró al suelo. Dev.

Después de abalanzarme sobre Alex, me quedé encima suyo; me aparté enseguida. -¿¡PERO OS HABÉIS VUELTO LOCOS!?-les grité a ambos-¡Cómo os pillen otra vez, el alcalde no os va a salvar como la última vez!-les dije intentando relajar mi voz. Era difícil, ya que estaba muy preocupada por ambos. Ya los habían pillado alguna que otra peleando; pero la última vez, el alcalde aseguró de que no la volvería a pasar. -¿Y tú porqué le provocas, haber?-dije girándome hacia Alex.-Sabes que no debes hacerlo, tienes que pasar de él; es un imbécil.-me giré, y miré directamente a los ojos azules de Jonathan.-Esta noche no quiero peleas, ¿entendido?-dije enarcando una ceja. La gente se iba dispersando, pero todavía había algunos curisosos. Estuve a punto de decirles si querían algo más, pero me lo retuve; al fin y al cabo, esta noche tenía que hablarles... Jonathan gruñó algo y se fue. Alexander se quedó parado. -¿Y bien? ¿Se puede saber que te pasa?-le exigí. Esperaba que su respuesta me aclarara algo; cualquier cosa, estaba muy confundida. Entonces supe que conmigo no hablaría debido a lo de antes; pero había una persona a la que sí que hablaría... Vivianne

- Sí, yo tampoco deseo estar enojada contigo - respondo - Igualmente, no pensaba hacerlo - suelto una carcajada. Adoro a Devian como a una hermana, por lo que sé que no puedo estar enfadada mucho tiempo con ella aunque quiera. Le doy un fuerte abrazo y le sonrío. Agradezco tener una amiga así, que me apoye en las buenas y en las malas - Entonces, ¿quién de las dos habla? Supongo que podemos repartirnos el discurso y decir un par de frases tontas como "Que la suerte esté siempre, siempre de su parte" o algo por el estilo - comento haciendo las comillas con los dedos - Bueno, y, ¿qué tienes planeado hacer para disfrutar un poco los días antes de la cosecha? Me gustaría pasar un día entero en la playa o algo, sin entrenamiento. ¿Crees que puedes convencer a tu padre? Un sábado, o domingo - sugiero, pues siento una extraña angustia a medida que se acerca el terrorífico día. Nunca antes nos han elegido (principal razón por la que seguimos vivos) y tampoco veo por qué irán a hacerlo este año, pero tal vez sea porque la pareja que fue el año pasado eran conocidos míos y compañeros del colegio.
Repentinamente, Dev oye algo extraño, pero yo no tengo ni idea de qué es. Al principio no percibo más que los murmullos de las personas a nuestro alrededor, y luego me parece captar algo. Una especie de grito - Ahora sí. O eso creo. ¿Qué crees que sea? - Apenas termino la frase que mi mejor amiga ya se está alejando, corriendo a toda velocidad. Sin comprender nada, la sigo como puedo y después de unos minutos la alcanzo. Hubiera corrido más rápido de serme posible, pero la realidad es que soy un desastre en cuanto a coordinación de pies concierne y tengo que prestar mucha atención para no tropezar mientras voy a mucha velocidad. Para evitarlo, prefiero correr un poco más lento y con cuidado.
Observo la escena que tiene lugar frente a mis ojos: Dev está tirada en el piso sobre Alexander, y Jonathan está frente a ellos, su cara demuestra la furia que siente. No termino de comprender cómo tal sentimiento puede surgir por la nimiedad por la que probablemente se hayan peleado, pero aún así les ofrezco mi ayuda a Devian y Alex para que se levanten. Jonathan se fue, iracundo, y yo me volví hacia mis amigos.
- ¿Se puede saber qué está ocurriendo? ¿Desde cuándo se pelean así? ¡Los van a castigar severamente! - exclamo con preocupación. Respiro hondo para calmarme un poquito y espero la respuesta por parte de ambos.

[justify]Después de estar un rato relajada con los pies en el agua, aparece Will avisándome de que tanto Vivian como yo, tenemos que empezar. Me coge de la mano, y sin esperar a que me ponga los zapatos, me saca del agua. La arena se me clava en los pies, pero al estar acostumbrada, no me molesta. Llegamos, y antes de aparecer "oficialmente" ante todos, me coloco los zapatos. Tomo aire, y de repente, el pánico me asalta al ver a tanta multitud de gente. ¿No hay más gente que de costumbre? Dios mío, sí... ¿Y ahora que les digo? Madre mía, ¿Qué hago?
Will no espera a que me relaje, sino que me saca directamente. Me pongo nerviosa, pero pienso en las olas del mar chocando contra el acantilado y me relajo. Me obligo a sonreír. Echo un vistazo por encima, en busca de Vivianne; pero nada. Debe de estar hablando con Alex..., pienso tranquilamente. Decido empezar yo: -Bueno, pues al parecer ya es la hora, y al parecer tengo que empezar yo...-digo sin balbucear y sin morderme el labio ninguna vez para mi sorpresa- Antes de proseguir, me gustaría que recordáramos a los tributos fallecidos del año pasado, y que pensemos cómo les vengaremos este año, cuando nuestro distrito gane-Cómo era de esperar, los chicos más fuertes y sanguinarios, pegan puñetazos al aire en señal de que están de acuerdo conmigo- Pues ahora que ya he empezado un poco mi discurso, me gustaría recordar porqué estamos festejando esta fiesta...-digo con una sonrisa-Para celebrar el último año de algunos chicos, y el comienzo de otros-un fuerte aplauso se forma entre la multitud- Y creo que no tengo nada más que decir... Bueno... Sí, una última cosa... ¡Y que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte!-añado con una sonrisa que parece casi-real. La gente me aplaude y, sonriente, me siento. No me alejo demasiado del fuego, ya que en cuánto termine Vi su discurso, ambas tendremos que encender el fuego. Es un espectáculo digno de contemplar, como las llamas bailan de un lado a otro... Después de sentarme, un ligero murmullo que va creciendo poco a poco, se forma. Todo el mundo quiere saber qué dirá Vivianne en su discurso. Estoy a punto de volver para decirles que se me había olvidado decir algo, cuando de repente, veo unos bucles rubios, seguidos de un pelo negro y alborotado, que se dirigen hacia el centro de la Hoguera...

Poco más tarde de que Vivianne me echara la bronca y de que ambos nos quedásemos en silencio, decido decirle lo que debería de haberla dicho hacía tiempo. Estoy a punto de abrir la boca para iniciar mi relato, cuando me doy cuenta de la hora que es; todo está a punto de comenzar. -Lo siento Vi, te lo contaré más tarde, cuando todo esto termine, ¿vale? Ahora tienes que ir a dar el discurso, Dev no los entretendrá mucho tiempo; con lo mala que es para estas cosas...-me río ligeramente y la cojo de la mano, tirando de ella hacia la Hoguera. Cuando estamos a punto de llegar, la paro. Si entramos así, de repente, todo el mundo quitará la atención de Devie; al parecer, la están prestando atención... Me quedo mirando los ojos de Vi, verdes abrasadores, y sonrío sin explicación alguna. De repente, un pensamiento oscuro asalta mi mente. Mañana. Mañana podría salir el nombre de Vivianne o de Devian. Intento apartar el pensamiento, pero sigue allí. Intento mantener la sonrisa, pero es un poco difícil. De repente, se oyen unos aplausos. -Suerte Vi, y recuerda, que la suerte este siempre, siempre de tu parte-le digo divertido. Es su turno. La verdad, es que no sé si habrá preparado algo, pero espero por su bien que sí...

Alex está a punto de develarme el confuso secreto cuando nos damos cuenta de que ya es hora de encender la Hoguera. Suelto un suspiro, molesta, y me pongo de pie. A medida que nos acercamos voy distinguiendo más y más caras conocidas en la multitud que rodea a Devie, quien ya ha iniciado con su discurso. Me quedo al costado, parada al lado de Alexander para esperar que termine y así no robarle la atención que ha conseguido mi amiga. Aplaudo con todo el resto cuando termina y me dirijo al centro para proseguir yo con el discurso. Antes de empezar a hablar respiro hondo para calmarme. Sé que podré hacerlo, pues si bien soy tímida cuando de desconocidos se trata, esto va más allá de eso, se trata de dar un discurso en público, lo cual extrañanamente no me afecta de la misma manera.
- Primero que nada, ¡les doy la bienvenida a los niños que se han incorporado al grupo este año! - digo, y miro a los pequeños de 12 años que hay atrincherados en un sector de la multitud - Y lamento también que tengamos que decirles adiós a otros... - Esta vez desvío la mirada hacia los más grandes del grupo. Sonrío antes de proseguir - Por otro lado, de lo que podemos estar seguros, sin importar quienes salgan seleccionados mañana, es de que darán todo de sí para regresar con sus familias, y darle al distrito ¡el honor de tener un ganador! - exclamo - Supongo que eso es todo, mejor pasemos ya a festejar... Y como dijo Devian, ¡qué la suerte esté siempre, siempre de su parte! - comento antes de invitar a Dev con un gesto a unírseme para encender el fuego. Así lo hacemos y luego el grupo se despeja para iniciar la fiesta. Me reuno con mis dos amigos y sonrío - Bueno, ¿qué quieren hacer ahora?